martes, 17 de diciembre de 2013

AGUJAS DE ACUPUNTURA



Los tipos y calidad de las agujas de acupuntura han ido variando considerablemente a lo largo de los siglos en función de los materiales de fabricación y de su constitución.

Materiales de las agujas de acupuntura
A lo largo del tiempo las agujas han sido fabricadas en diferentes materiales. En la Edad de Piedra, hace aproximadamente 7.000 años, se usaban las agujas de piedra llamadas "bian". También hay constancia de que se fabricaban “agujas” con astas de bambú o hueso. En la Edad de Bronce y de Hierro se usaron ya agujas metálicas.

El material de que están compuestas las agujas ha sido siempre un tema muy determinante. Desde épocas ancestrales la selección de metales nobles como el oro, la plata y el cobre estaba asociada a los poderes curativos que se le atribuían. Estos metales son buenos conductores del calor y la electricidad, características muy deseadas para todo tratamiento de acupuntura y/o moxibustión, pero además cada metal noble tenía per se unas propiedades curativas determinadas.

En la Medicina Tradicional China se consideraba que el oro reforzaba el sistema nervioso, reducía los dolores reumáticos, era beneficioso para los problemas coronarios, revitalizaba el cuerpo físico en general, potenciaba la energía sexual y armonizaba los órganos sexuales. Además, equilibraba la energía vital, se le consideraba  antidepresivo, ayudaba a combatir los miedos, iluminando y aclarando la psique.

La plata era apreciada como antibacteriana, facilitadora de la cicatrización, armonizadora y potenciadora de la buena visión. Se consideraba que ayudaba a perder líquidos, estimulaba la tiroides, potenciaba la fertilidad femenina, calmaba los nervios, ayudaba a liberar las emociones y potenciaba la creatividad.

El cobre se usaba para el tratamiento de los calambres musculares, para los dolores reumáticos y/o artríticos, para los mareos y las náuseas. Antiguamente se le consideraba un material mágico usado para eliminar las energías negativas de las personas.

Actualmente, las agujas de acupuntura modernas están hechas preferentemente de acero inoxidable quirúrgico, 18/8, de alta calidad y gran flexibilidad y vienen en varias longitudes y calibres de profundidad. A diferencia de las agujas estándar utilizadas para inyecciones o para la extracción de sangre, las agujas de acupuntura son sólidas, no huecas, y tienen una punta mucho más finamente afilada.

Partes de una aguja de acupuntura
 Otro aspecto destacado de las agujas de acupuntura es su forma y partes que las constituyen. Las agujas de acupuntura se dividen en cinco partes:

 
     1. Cabeza. No todas las agujas tienen esta cabeza. Su función sería la de ayudar a atrapar el qi y conducirlo hacia el paciente.
     2.  Mango: Es la parte por la que se sujeta la aguja. Algo más gruesa que el cuerpo, permite un agarre más cómodo. Hay muchos de tipos de mango, pero los más habituales son los de plástico y los trenzados, aunque no son los únicos.
      3. Raíz. Es la porción donde se acaba el mango y comienza el cuerpo.
     4. Cuerpo: El tramo que se introduce en el cuerpo del paciente. La profundidad varía según lo que se esté tratando, pero en general no se suelen introducir más de la mitad y nunca se llega a la raíz. Debe ser fuerte y elástico
    5. Punta: Es el final de la aguja. La punta es más aguda que el cuerpo para favorecer la penetración y debe estar bien afilada para permitir una penetración indolora en la piel. Dependiendo de su forma, se utilizan para unas terapias u otras, por ejemplo:

  •      Agujas de punta triangular: Cuando se aplica, el orificio que deja en la piel no cierra inmediatamente y puede sangrar, por lo que se utiliza para realizar sangrías.
  •    Agujas de flor de ciruelo: Tiene forma de martillo, en uno de sus extremos se encuentran siete agujas finas, con ella se golpea la superficie de la piel para provocar la estimulación. Se utiliza para enfermos débiles y niños, también para el tratamiento de parálisis de los nervios cutáneos y enfermedades de la piel.
  •       Agujas Intradérmicas: Se utilizan en estimulaciones subcutáneas por su tamaño. Después de aplicar las agujas, se fijan con esparadrapo y se dejan algunas horas o días. También se les llama permanentes.
  •       Agujas de punta de trigo o punta de pino: Se caracterizan por el afilado de su punta.
  •       Agujas de Fuego: Son de tungsteno y un poco más gruesas que las agujas normales. Estas agujas se calientan al fuego hasta que el cuerpo se pone al rojo vivo, entonces se realiza la punción.

La selección de la aguja correcta depende de tres factores: La constitución del paciente. La localización del punto de acupuntura. La profundidad a la que se encuentra el punto.



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